< Previous (Sagrado Lugar del Lentisco de El Palmar de Troya. Durante el transcurso de la Procesión de Nuestra Madre del Palmar Coronada, como todos los días 30, ya entrado el día 31, se apareció al Obispo Primado Padre Fernando la Santísima Virgen María, y después el Rey San Fernando. La Virgen María dio al vidente el siguiente Mensaje:) La Santísima Virgen María «Mis queridos hijos: El mundo no se da cuenta de la importancia de este Sagrado Lugar, donde se consolidará el Gran Papado y el Gran Imperio, el Imperio de Cristo. Este futuro Papa de la Gloria de las Olivas, que llevará, junto a la Cruz, la espada, restablecerá el orden en toda la faz de la tierra. Por eso, es necesario que, todavía, un tiempo más, sufra la cruz de la ceguera, para fortalecerse y para perfeccionarse, para la gran empresa Imperial y Papal que recaerá sobre él en su día. UN GRAN PAPA, QUE SERÁ UN GRAN CAUDILLO. UN VICTORIOSO CONTRA LOS ENEMIGOS DE CRISTO. UN CAUDILLO UNGIDO, QUE TENDRÁ QUE ATAJAR EL CAMINO PARA CORTAR EL PASO AL MARXISMO. ¡Qué gran lugar este de El Palmar de Troya! ¡Y el mundo sin darse cuenta! Es necesario que todos comprendan la importancia de la Orden de los Carmelitas de la Santa Faz. LA ORDEN MÁS GRANDE QUE HA EXISTIDO. Porque en ella se une lo bueno de las distintas Órdenes, hoy relajadas». Noveno Viaje Apostólico del Obispo Primado Padre Fernando por América Para aclaración de los devotos: Como el antes llamado Padre Fernando, fue elegido Papa por Nuestro Señor Jesucristo, el día 6 de agosto de 1978, en Santa Fe de Bogotá, Colombia, y la mayor parte de su apostolado por América lo realizó siendo solamente Obispo Primado de El Palmar de Troya, usaremos su antiguo nombre de Padre Fernando, hasta llegar a la fecha indicada anteriormente en que tuvo lugar la Elección y Coronación Papal. 19 de junio de 1978 Sevilla. El Señor manda al Padre Fernando que salga para América. Salida de Sevilla, en avión a las 8,40 de la tarde, acompañado de los Obispos: Padre Isidoro, Padre Abrahán y tres más. 6 de agosto de 1978 (Santa Fe de Bogotá, Colombia. Hora 8,45 de la tarde. Festividad de la Transfiguración de Nuestro Señor Jesucristo. El día 6 de agosto del año 1978, estando el Obispo Padre Fernando (Clemente Domínguez y Gómez en el siglo) cumpliendo una misión mandada por el Señor en la ciudad de Santa Fe de Bogotá, Colombia, acaeció la triste muerte de Nuestro Santísimo Padre, el Papa Pablo VI, hasta entonces reinante. El queridísimo Sumo Pontífice Pablo VI, tan amado por la Orden de los Carmelitas de la Santa Faz, falleció alrededor de las 21,40, hora española, que son las 2,40 de la tarde en Colombia. En este mismo día 6 de agosto, en la Capilla del Convento de San José, recientemente fundado en Santa Fe de Bogotá, Carrera 5ª A 10-34 Sur, de la Orden de los Carmelitas de la Santa Faz, se apareció Nuestro Señor Jesucristo, teniendo a su derecha e izquierda los Apóstoles San Pedro y San Pablo, respectivamente, alrededor de las 20,45, hora de Colombia, que corresponde a las 3,45 de la madrugada del 7-8-78, en España.) Nuestro Señor Jesucristo dijo: «Habémus Papam!» (Después, el Señor dijo al Obispo Padre Fernando:) «¿Me amas?» («Sí, Señor, Te amo», respondió el Padre Fernando.) (Díjole el Señor:) «Apacienta mi rebaño». (Nuevamente le preguntó el Señor:) «¿Me amas?» («Sí, Señor, te amo, Tú lo sabes bien.») «Apacienta mi rebaño». (Y por tercera vez le dijo el Señor:) «¿Me amas más que todos?» («Sí Señor, Tú lo sabes todo, que te amo.») «Apacienta mi rebaño». «Mi querido hijo: Ahora, acompañado de los Apóstoles Pedro y Pablo, voy a imponerte la Sacra Tiara». (El Señor deposita, místicamente, la Tiara Papal sobre la cabeza del Padre Fernando, y también le entrega el Báculo Papal. Continúa hablando el Señor:) «Mi querido hijo, mi amadísimo Vicario: He aquí el cumplimiento de las profecías. HA MUERTO EL MÁRTIR DEL VATICANO, EL EXCELSO MÁRTIR. La Iglesia continuará adelante por medio de El Palmar de Troya. Él conocía perfectamente a su Sucesor auténtico: AL PAPA GREGORIO, LA GLORIA DE LAS OLIVAS. Él estuvo muy contento el día 24 de mayo, fiesta de María Auxiliadora, porque reconoció al Sucesor. Ahí vio descansar a la Iglesia. Gran alegría hay en el Cielo en este día de la Transfiguración del Monte Tabor. Ahora, el Monte llamado de Cristo Rey, se transfigura en el Monte Tabor, por el esplendor que va a vivir la Iglesia, en esta hora apocalíptica, en esta hora de catacumbas. Ya veis, la Iglesia de Nuestra Madre del Palmar Coronada se va construyendo, consolidando de forma física, lo que es espiritualmente: La Iglesia que vive en el desierto, la Iglesia en El Palmar de Troya. HA COMENZADO EL REINADO DE LA GLORIA DE LAS OLIVAS. DÍA GRANDE, EL DE HOY, EN EL QUE ERES INVESTIDO DE LA DIGNIDAD PAPAL, EN ESTE DÍA DE LA TRANSFIGURACIÓN DEL MONTE TABOR, PROPIO PARA LA SANTA FAZ, DE CUYA ORDEN ERES EL FUNDADOR Y PADRE GENERAL. Y en esta ciudad, que los españoles bautizaron con el nombre de Santa Fe y que se cumple aniversario. No son cosas casuales; son providenciales, para mejor entendimiento de los humildes y sencillos de corazón. Ya pronto prepararán el cónclave en Roma, de donde saldrá elegido el Antipapa. Gran lucha será la tuya. Porque, además, tendrás que luchar contra progresistas y contra tradicionalistas extremistas, los cuales tendrán también su jefe. Gran lucha será. Sólo los sencillos y humildes de corazón reconocerán al que es verdadero Papa: EL PAPA GREGORIO XVII. COMIENZA EL GRAN PONTIFICADO DE LA GLORIA DE LAS OLIVAS. El Papa anunciado por muchos místicos, por muchas profecías. El Papa que une en sí sangre hispana, la noble sangre de España, con la auténtica sangre de Francia y con la sangre del pueblo elegido, el pueblo judío. He ahí el gran esplendor. No tardará mucho tiempo en empuñar la espada y cumplir la misión de Emperador, de Gran Monarca. Todo a su tiempo llegará. También estaba anunciado, en profecías pasadas, cómo sería la elección de este Papa: SERÍA CON LA INTERVENCIÓN DIRECTA DE LOS APÓSTOLES SAN PEDRO Y SAN PABLO. No hay otra forma para contrarrestar a la elección oficial en cónclave en Roma, del que saldrá el Antipapa. LA SEDE DE LA IGLESIA RADICA AHORA EN EL PALMAR DE TROYA. Y, LÓGICAMENTE, EN SEVILLA, LA TIERRA DE MARÍA SANTÍSIMA. HE AQUÍ LA NUEVA ROMA». (Estuvieron presentes en esta exaltación al Pontificado del Papa Gregorio XVII y Coronación por Nuestro Señor Jesucristo, con la asistencia de los Apóstoles San Pedro y San Pablo: Los Obispos de El Palmar de Troya: Padre Isidoro, Padre Leandro, Padre Abrahán y cuatro Obispos más. Ocho religiosos más de la Orden, del Convento fundado en Santa Fe de Bogotá Colombia. El Capellán recientemente ordenado Sacerdote; la Reverendísima Madre General de las religiosas de la Orden de los Carmelitas de la Santa Faz; la Madre Dolores, religiosa de Sevilla que se trasladó con la Madre General a Colombia para la fundación del convento; tres religiosas más de la fundación y un grupo de fieles devotos de El Palmar de Troya. Fin del Viaje Apostólico por América.) Llegada a El Palmar de Troya del Papa Gregorio XVII Traslado de la Sede Apostólica de la Iglesia desde Roma a El Palmar de Troya vía Santa Fe de Bogotá 9 de agosto de 1978 La Santísima Virgen María El Sumo Pontífice, Papa Gregorio XVII, llegó a Sevilla procedente de Colombia, el día 9 de agosto de 1978, y alrededor de las 9 de la noche pisaba la tierra sagrada de El Palmar de Troya. Ante la Divina Pastora, se le apareció la Virgen Santísima que le dio un Mensaje. Después impartió la Bendición Papal a todos los presentes. El Padre Isidoro gritó: «Habémus Papam!» Y por tres veces: «¡Viva el Papa Gregorio XVII!» Todos respondieron: «¡Viva!» Y un gran aplauso al nuevo Sumo Pontífice. Momentos después, todos los Obispos, Religiosos, Religiosas de la Orden y fieles que había en El Palmar, besaron los pies y el anillo del nuevo Papa, en señal de obediencia y sumisión. El Papa Gregorio XVII, estando orando ante la Imagen de la Divina Pastora, con todos los Obispos, Religiosos, Religiosas y fieles de El Palmar, se apareció la Santísima Virgen y le dio el siguiente Mensaje:) «Mi queridísimo hijo, EL MUNDO TEMBLARÁ ANTE LA ESPADA VICTORIOSA DEL GRAN PONTÍFICE GREGORIO XVII. EL GRAN IMPERIO SE ACERCA: HA COMENZADO LA DULCE ERA DE ORO EN ESPAÑA. Pronto se unirán a este Pontificado muchos Sacerdotes, religiosos, religiosas y fieles de España; cuando los españoles vean la actitud del Antipapa que será nombrado en Roma, y cuando los españoles vean la lucha marxista contra los valores espirituales y patrios de España. Entonces se convencerán de que España alberga al Dulce Cristo en la Tierra. He aquí el Arca de Noé, este bendito campo de El Palmar de Troya. He aquí el desierto anunciado en las profecías, que muchas veces este Gran Pontífice lo ha predicado. No cabe duda que ha comprendido perfectamente la misión de El Palmar de Troya. La Iglesia se retira al desierto. Hela aquí, en el desierto de El Palmar de Troya. Fuera de aquí, no es posible verdadera Iglesia». 15 de agosto de 1978 Sevilla. Festividad de la Asunción de la Santísima Virgen María. En este día memorable, y en la ciudad de Sevilla, calle Redes 11, tuvo lugar la Ceremonia de la Solemnísima Coronación Visible de Su Santidad el Papa Gregorio XVII, por los Obispos Padre Isidoro, Padre Elías, Padre Leandro y Padre Fulgencio. Esta Coronación se ha realizado cumpliendo el mandato de la Santísima Virgen María en Mensaje del 9 de agosto de 1978. La Ceremonia comenzó alrededor de las tres de la madrugada de dicho día 15 de agosto. Estuvieron presentes todos los Obispos, Sacerdotes, Religiosos y Religiosas de la Orden de los Carmelitas de la Santa Faz, y un grupo numerosísimo de fieles, representando a distintas provincias de España y varias Naciones de Europa, incluso de América, que acudieron en peregrinación para estar presentes en tan solemnísimo acontecimiento. 3 de septiembre de 1978 Nuestro Señor Jesucristo (Sevilla. Santa Sede Apostólica. Casa Generalicia de la Orden de los Carmelitas de la Santa Faz, Redes 20, Sevilla, hora 7,40 de la mañana. Su Santidad el Papa Gregorio XVII describe su visión: «Me ha sucedido hace unos momentos, un acontecimiento místico que sólo tiene paralelismo con la visión que tuve el día 9 de agosto, en El Palmar, ante la imagen que hay allí de la Divina Pastora. Terminada la excepcional visión, inmediatamente sentí, de forma también inexplicable, a través de potentísimos rayos que inundaban todo mi ser, el siguiente Mensaje dado por Nuestro Señor Jesucristo:» «Mi amadísimo Vicario: Con la muerte de mi amadísimo Vicario Pablo VI, se ha cumplido la huida del Papa, pues tómese huida como salida; Y CON ESA SALIDA, ROMA, LA GRAN RAMERA DE LOS ÚLTIMOS TIEMPOS, HA DEJADO DE SER LA CAPITAL DE LA CRISTIANDAD; pues, la nueva Roma es el Sagrado Lugar de El Palmar de Troya, con lo que viene a convertirse en la verdadera Capital de la Cristiandad, que, provisionalmente, esta capitalidad la ostenta Sevilla, pues en ella vive por el momento el Sumo Pontífice, Cabeza Visible de la Iglesia, mi amadísimo Vicario el Papa Gregorio XVII. Profetizado estaba: El Papa huiría y vendría a España. Por tanto, la profecía es cumplida de forma misteriosa. Pablo VI, Papa, fue forzado a salir de Roma al acelerar su muerte; con lo cual, Pablo VI ha cerrado la Historia del Papado en Roma. Gregorio XVII, Papa, ha comenzado la Historia del Papado en El Palmar de Troya, que será una Sede peregrinando en dirección a Jerusalén, lugar donde fundé la Iglesia, y en donde saldré al encuentro del último Papa para recoger las llaves». Monte de los Olivos Algunas profecías sobre el Gran Papa Gregorio XVII El Gran Papa y Emperador: Este Papa, y a la vez Caudillo militar y Emperador, elegido por Dios para llevar a cabo una imponente misión en la Iglesia y en el mundo, encierra en sí un profundo misterio apocalíptico. Si examinamos las profecías de los Sagrados Textos, si profundizamos en el Apocalipsis, si traemos a la memoria las distintas revelaciones a numerosos santos y místicos, veremos reflejados con claridad y de forma inconfundible, los rasgos característicos que definen a la eminente y mística figura del Papa Gregorio XVII, «De Glória Olívæ», el Papa de la Cruz y de la Espada que, con la asistencia y fortaleza de Dios, tuvo la alta y dura misión de restablecer el orden en la Iglesia y en el mundo. Nadie pudo frenar su ímpetu, pues fue elegido por Dios como su instrumento activo, violento y destructor de los enemigos de la Iglesia. La mayoría de los cardenales, obispos y sacerdotes habían apostatado. El Papa entonces reinante, San Pablo VI, fue una víctima inocente de la masonería y del comunismo que ya gobernaban la Iglesia. El Papa fue sometido a drogas, estuvo prisionero dentro de los muros vaticanos, nada pudo decidir o hacer sino aquello que los enemigos de la Iglesia disponían. Se había adulterado la verdadera doctrina. El Santísimo era profanado. La Virgen Santísima, arrinconada. Estamos en la primera apostasía general de los Últimos Tiempos. Sólo queda un lugar de salvación: El Palmar de Troya, antorcha y baluarte de la Santiago Apóstol Next >